La producción de vino se basa principalmente en los Valles Calchaquíes, un sistema de valles intermontañosos con una extensión de 270 km, compartido con las provincias de Catamarca y Tucumán. La viticultura en Salta está fuertemente influenciada por la presencia de viñedos de altura: La superficie cultivada comienza a 1.530 metros y llega a 3.111 metros en Payogasta (departamento de Cachi).
La ciudad de Cafayate, en el suroeste de la provincia, es el centro de referencia de la viticultura en el norte y se caracteriza por la excelente calidad y el gran carácter varietal de sus vinos. Concentra el 75% de los viñedos de Salta y el 60% del total de la superficie plantada en los valles calchaquíes.
Cafayate tiene un clima cálido y noches frías. Se caracteriza por una gran amplitud térmica con largos veranos que permiten un buen crecimiento de la vid, favorecido también por suelos arenosos y profundos. Los vinos son generalmente de muy buen color, aromas y sabores vivos y con taninos intensos y maduros. Tanto los blancos como los rojos se caracterizan por su frutado y gran tipicidad varietal. El contenido de alcohol tiende a ser alto, ya que se espera que las uvas maduren correctamente.
Gracias a la gran demanda de esta variedad y a la excepcional calidad que alcanza en la provincia, hay un gran crecimiento de las variedades rojas, especialmente del Malbec. El Tannat y el Cabernet Sauvignon también son particularmente prominentes en la región de Salta. Entre los blancos más destacados se encuentra el Torrontés Riojano, considerado la expresión más bella de Salta.
Fuente de información: winesofargentina.org